domingo, 22 de diciembre de 2013

Una gran mujer

Helen Keller

helenkeller

Helen Keller sigue siendo un ícono de fuerza y superación, un ejemplo de que las discapacidades son trabas para llegar a la grandeza. Ella nació el 27 de junio de 1880, era una niña completamente sana y a los pocos 19 meses de edad sufrió una enfermedad que en su momento, los doctores le llamaron “fiebre del cerebro”, aunque los médicos de hoy piensan que pudo haber sido escarlatina o meningitis.

Esta enfermedad aunque duró poco dejó una gran huella que cambiaría el destino de Helen, pues quedó ciega, sorda y muda.

Durante algunos años estuvo incontrolable, tenía arranques de enojo y desesperación que asustaban a toda su familia.

En 1887, sus padres finalmente buscaron ayuda contactando al Instituto Perkins para los ciegos en Watertown, Massachusetts, ahí le delegaron a la profesora Anne Sullivan quién fue su ayuda durante toda su vida. En ese momento Anne sólo tenía 20 años y le enseñó el lenguaje de signos.

Sullivan recibió permiso para aislar a la niña de la familia, esto era para disciplinar a la niña berrinchuda. Anne pudo enseñarle a Helen a hablar y a pensar inteligiblemente tocando los labios de los otros mientras hablaban y sintiendo las vibraciones de su garganta. También deletreaba los caracteres alfabéticos en la palma de la mano de Helen, así Helen aprendió a leer en francés, alemán, griego y latín en braille.

Cuando Helen cumplió 24 años se graduó con la ayuda de Anne de sus estudios en  Radcliffe College y fue la primera persona sorda en graduarse de la universidad.

helenkeller2

Helen escribió su biografía con una tremenda fuerza de voluntad y se convirtió en una famosa oradora y autora. Con esa presencia e inteligencia se propuso luchar por los sensorialmente discapacitados del mundo. En 1915 fundó “Helen Keller International” una organización sin fines de lucro para la prevención y tratamiento de la ceguera. A partir de esta iniciativa, viajaron juntas, alumna y maestra a más de 39 países, fueron especialmente famosas en Japón. Helen se hizo conocida en la política haciéndose amiga de John F. Kennedy, Graham Bell, Charlie Chaplin y Mark Twain.

Keller fue miembro activo del partido socialista apoyando a las clases trabajadoras. Fue premiada como La Mujer del Salón de la Fama en la Feria Mundial de Nueva York y murió a sus 88 años mientras dormía. Su vida se ha quedado como un ejemplo de un gran corazón y gran fuerza de vida.

 

“En estos oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito que no conozco, pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario